viernes, 8 de abril de 2011

Tribus urbanas; parte primera

La imagen puede herir la sensibilidad de algunos,
pero era necesaria...

Un tema del que siempre he querido hablar es de las tribus urbanas. Es un tema que da mucho de sí, y alguna vez he intentado escribir de ello, pero siempre me quedan textos incompletos o demasiado largos. Así que finalmente he decidido hacerlo por capítulos. Los primeros en tener el dudoso honor de que yo escriba sobre ellos son los “pijos”, aunque acotando un poco más la gente del opus, ya que de los “pijos” en general seguramente acabare escribiendo. 

Como no podía ser de otra manera i todos entenderéis al leer mis textos, trabajo en un barrio muy selecto con la “creme dela creme”. Siempre viene gente de lo más selecto, pero el otro día ocurrió un hecho que no viene al caso que hizo que esa gente se multiplicara. 

El hecho es que tuve la oportunidad de compartir algunos minutos con unas 170 personas del Opus i así 3 veces en un fin de semana. Esto hace un total de aproximadamente mucha gente o quizás incluso demasiada gente. Pude observar varias cosas por las cuales podréis reconocerlos. 

Lo primero que vi es que todos ellos seguían un estándar a la hora de vestir: los hombres todos con la camisa por dentro de un pantalón bastante ajustado y sus esposas todas ellas con un abrigo de piel. El caso de los hombres era más complejo, cosa extraña. La gran mayoría llevaban un jersey en tono pastel atado al cuello. En el pecho de sus camisas muchos de ellos lucían un caballo, a cual más grande…

Una cosa que era común para hombres y mujeres era que iban muy repeinados, raya al lado los primeros y las segundas un gran cardado. Aunque la que más me impacto fue una mujer que iba peinada como el personaje de la foto. ¡IGUAL, NO EXAGERO! 

Otra cosa es que siempre había oído que la gente del Opus tiene muchos hijos. Lo pude comprobar. Interactuando con una mujer me dijo que eran ella, su marido i 5 hijos. Otra me dijo, tras pensarlo unos segundos, que tenía 5, aunque a los pocos segundos rectifico rápido diciendo, “perdón 6”.

El último hecho que quería resaltar es que reconoceréis a sus juventudes por una gran característica. Todos ellos padecen “el curioso caso de Benjamín Button”, son personas que a pesar de tener 20 años a simple vista aparentan tener la misma edad que sus padres, ya que visten igual que ellos. Aunque hay algunos que son un poco más modernos que ellos y se atreven a llevar la camisa por dentro del pantalón con cinturón, pero ojo: PANTALÓN CORTO.

5 comentarios:

  1. Esa gente llevaba mis palomitas en sus manos!

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  2. Y no viste a la de la foto?!?!?!

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  3. puede q estuviera en otro bar y no lo ví... pero por el estilo unos cuantos!!

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  4. T'has oblidat de dir que 6 de cada 10 de les dones estaven embarassades, i segurament de bessons!

    I per cert, a la del cardat la vaig veure reptant pel sostre del lavabo...quina por!

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